Colombia plástica

Colombia plástica

Juan Amarú Rodríguez V

Colombia plástica

El plástico está contaminando a todo el planeta y su uso sigue creciendo. Si no hacemos nada, para el año 2050 estaremos totalmente inundados de este material. Su consumo es alarmante: 1 millón de botellas compradas por minuto o 20 mil por segundo. Para el 2021, su curva de crecimiento está proyectada en un 20 por ciento. Más y más plástico.

Los seres humanos ingerimos un total de 5 gramos de micro plásticos por semana, ya sea en cremas dentales, bebidas, comidas y hasta respirando, pues se han encontrado partículas en el aire. Estos 5 gramos equivalen al tamaño de una tarjeta de crédito. Los cálculos dicen que desde 1950 se han fabricado unas 8.000 millones de toneladas de plástico en todas sus presentaciones. En la actualidad, solo el 9 por ciento es reciclado, un 79 por ciento queda flotando por ahí, en el mejor de los casos, en basureros; apenas el 12 por ciento restante es quemado.

Colombia Plástica es un trabajo que inicié en 2019, en un viaje al Amazonas junto con otros fotógrafos. Yo tenía previsto documentar fenómenos como la deforestación o la contaminación en general de la selva y los ríos. Pero apenas llegué a la ciudad de Leticia, me decidí por registrar la mala disposición de las botellas PET, que son los envases de agua, gaseosa, jugos que uno compra en la tienda. A ese registro lo llamé Amazonas Plástica.

Después vinieron viajes por otras regiones del país en los que hice seguimiento a este mismo asunto: las botellas PET y el plástico de la basura doméstica inundándolo todo. En Uribia, municipio de La Guajira, conocí el barrio Flor del Campo, que fue construido sobre lo que ha sido el basurero municipal. Uribia es considerada la capital indígena del país porque la mayoría de su población hace parte del pueblo Wayuu. 

Con la aparición de la pandemia y los encierros obligados, tuve tiempo de analizar todos mis archivos sobre plástico y concretarlos en este proyecto. Debo decir que ha sido un camino muy interesante para mí como fotógrafo. En la construcción de cada imagen necesité ayuda de las comunidades, así que fue un proceso de empatizar con la gente, de sentarse a conversar sobre sus historias, sus vidas, mi vida, mis historias, de generar amistad para lograr retratar de forma natural sus vidas, sus entornos y como se ven afectados por este fenómeno.

Mi intención con Colombia Plástica es mostrar que este pequeño placer que nos damos de beber agua o gaseosa o jugos en botellas PET deja una huella contaminante de 500 o más años en el planeta. Y como su consumo es fuera de toda proporción, estas botellas brotan hasta en rincones lejanos. Si no hacemos algo, hasta el Amazonas o el desierto de La Guajira llegarán a ser grandes basureros a cielo abierto.

Mi intención con Colombia Plástica es mostrar que este pequeño placer que nos damos de beber agua o gaseosa o jugos en botellas PET deja una huella contaminante de 500 o más años en el planeta”.

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