Ni la justicia ordinaria, ni los tribunales de Justicia y Paz que juzgaron a los grupos paramilitares han dado respuestas satisfactorias a las comunidades afrocolombianas del Urabá y el Bajo Atrato chocoano. Esperan que la Justicia Especial para la Paz (JEP) sirva para esclarecer hechos y condenar con penas restaurativas a miembros de las Farc que cometieron crimenes en
su territorio.