La sueños habitan en la biblioteca

La sueños habitan en la biblioteca

Texto

Marley Quiñones Gómez

Ilustración

Angélica Correa Osorio

Diciembre 24 de 2021

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La sueños habitan en la biblioteca

Hace rato que una biblioteca pública ya no es solo un lugar para los libros y la lectura. En la esquina más alejada de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, una biblioteca viene transformando la vida de cientos de familias a partir de la educación y la puesta en práctica de actividades de bienestar social.

Si alguno de nuestros lectores está buscando regalar o donar ahora en Navidad, esta biblioteca puede ser una opción inmejorable.  

“Descubrir mentes creativas” es el lema con el que Iván Triana ha venido impulsando la Biblioteca de la Creatividad. Ubicada al sur de Bogotá, en la vereda Quiba, de la localidad de Ciudad Bolívar, es una organización comunitaria sin ánimo de lucro que desde 2009 ha sido el lugar para que los niños y jóvenes del sector vayan a aprender.

El estigma social de violencia y pobreza que se ha cernido sobre Ciudad Bolívar ha hecho que, por muchos años, la niñez y juventud de esta localidad se priven de imaginar futuros distintos.

Iván Triana, creador y fundador de la biblioteca, busca cambiar esa visión de pobreza a la que parece condenada esta comunidad. “Todo sueño es rentable”, dice, “y  el lugar donde nazco o vivo, no determina a dónde puedo llegar”.

Por la biblioteca han pasado cerca de cuatrocientos niños y jóvenes de 7 a 22 años de edad, que se han ido vinculando al proyecto y desempeñándose en labores comunitarias a través de sus intereses o habilidades. Dentro del grupo hay quienes se dedican al deporte, a la música, a la creación de contenidos digitales, a la protección del medio ambiente, al cuidado de los animales, entre otras cosas. Según Iván, “más del 90 por ciento de los jóvenes que ingresan a la biblioteca terminan sus estudios de bachillerato”, dato relevante pues en años anteriores muchos jóvenes abandonaban sus estudios académicos por dedicarse a otras actividades.

Doce jóvenes que también han pasado por la biblioteca ya se encuentran adelantando sus estudios superiores, gracias a las alianzas que Triana ha ido tejiendo con diferentes universidades para obtener descuentos y ayudas económicas para los estudiantes.

El trabajo de voluntarios, algunos de ellos extranjeros, ha sido importante en el funcionamiento de la biblioteca, pues la enseñanza de contenidos diversos ha fortalecido la formación de los jóvenes desde cada uno de sus intereses, especialmente ligados al liderazgo, el emprendimiento y la tecnología.

El proyecto, que en 2016 fue seleccionado por el Instituto Tecnológico de Monterrey y Ashoka, México, como uno de los catorce emprendimientos más innovadores y de mayor impacto en Latinoamérica, inició en un salón muy pequeño en el que se pagaba arriendo. Más tarde, en 2015, con el apoyo de los jóvenes, la comunidad y los voluntarios, fue construida una sede propia muy pequeña. Luego, la biblioteca pudo comprar un lote de 28.000 metros cuadrados para, en 2020, edificar la primera aula de una sede más amplia. El diseño arquitectónico de esta aula fue hecho a partir de dibujos creados por los niños en los que se imaginaban cómo querían que fuera el espacio.

Durante los días finales del confinamiento por causa de la pandemia del Covid 19, esta sede retomó las actividades y llegó a ser lo más parecido al colegio de los niños. Lo mismo durante 2021: cuando todos los campus de colegios y universidades han permanecido cerrados, esta biblioteca ha continuado recibiendo y alimentando los sueños de futuro de esta población.

Ahora se preparan para construir la segunda aula, de las cinco proyectadas para terminar lo que será la nueva sede. Y aunque el dinero estimado para la construcción se acerca a los 90 millones de pesos, hasta el momento se han recolectado 45 millones, gracias al apoyo de las personas que han decido donar o invertir. Invertir en tanto que, a futuro, la biblioteca dará grandes rendimientos sociales. Una pequeña donación ayuda a romper lo que Iván llama “esos círculos de pobreza”.

La nueva aula deberá estar terminada en su totalidad en el transcurso del 2022. “Queremos contar con una infraestructura que impacte a más de dos mil niños y jóvenes que están en la zona rural de Ciudad Bolívar, y que sirva como herramienta para cerrar la brecha y acceso a la educación superior”, agrega Triana. A futuro, está planeado crear nuevas alianzas con más centros de educación superior para que los jóvenes puedan realizar cursos de nivelación o de preparación para acceder a la carrera que quieran; incluso, podría ser posible que algunas de las materias iniciales de las carreras puedan ser impartidas en esta biblioteca y, así, facilitarle las cosas —el traslado, el tiempo, la falta de presupuesto— a los estudiantes.

En BaudóAP queremos invitar a nuestros lectores a que se sumen a este proyecto y a que compartan esta historia y motiven a quien cosideren pueda ayudar a la bilblioteca. De cara a la Navidad, nada mejor que regalar oportunidades de educación a la población infantil y juvenil de Ciudad Bolívar.

Las donaciones pueden ser de diferentes maneras. A através de Vaki, la plataforma en línea que permite conocer más detalles del proyecto y hacer aportes en efectivo desde 20 mil pesos en adelante. También se reciben donaciones de recursos físicos, materiales de construcción o labores de apoyo educativo para lo cual hay que ponerse en contacto con Iván Triana en el correo ivan.triana@biblioseo.com

También sirve mucho compartir los contenidos de la Biblioteca de la Creatividad en redes sociales. Para Triana: “la biblioteca es una puerta al mundo, niñas, niños y jóvenes pueden desear y aspirar mucho más allá de lo que su barrio les muestra”.

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