Texto: Camilo Alzate
Ilustración: Opert_ser
A los muertos solo se les puede hablar en sueños. La noche del martes 10 de julio Celina Sandoval soñó que su compañero Ibes Trujillo, con quien había andado los últimos doce años, se marchaba llevando unos papeles bajo el brazo. Celina vio cuando salía por la puerta del rancho de guaduas mientras ella insistía que merendara algo para el camino. “Mami, yo estoy bien” dice que le decía Ibes en el sueño, “empáquemelo en una bolsita”. Y a ella le dio tristeza que su negro tuviera que comer por ahí, lamiendo una bolsa plástica, igual que un gamín.