El silencio de la ciudad durante el confinamiento general obligatorio por el COVID 19 permitió escuchar sonidos apagados u opacados por el ruido de la urbe helicópteros, aviones y pájaros fueron los protagonistas de estos cielos caucanos que combinan en un desigual y antiguo equilibrio, sonidos de guerra con pájaros de metal y cantos de pájaros reales.

Desde la primera mitad del siglo XX, el gobierno colombiano, terratenientes, grandes ganaderos, autoridades corruptas y actores armados legales e ilegales, son algunos entre la diversidad de actores que han violentado el territorio colombiano, muchos se han concentrado en el departamento del Cauca.

Su accionar se ha expandido y dominado en el territorio, explotando los recursos naturales, deteriorando la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades, enjauladas por el miedo, la violencia y el despojo de su dignidad.