MADRID 2005. La nave en la que viajabamos se quedó sin gasolina y se estrelló por accidente en la Calle 25 de la Gran vía. El tiempo pasó, no sabemos exactamente cuanto, pero las calles eran diferentes, la gente vestía diferente y las tiendas ya no eran las mismas. Pero nosotros seguimos siendo los mismos, porque esto se convvirtió en nuestro único destino, venimos todos los días al mismo lugar del accidente, con la esperanza que vuelvan a regresar por nosottos. Llueva, nieve o caliente el sol. Nosotros estaremos aquí aguantando, resistiendo y muriendo con las botas puestas hasta qye ese día vuelva a suceder.