21 julio, 2025

La historia oficial oculta a las mujeres que lucharon por la independencia de Colombia

Baudó AP

Genero e inclusion

El 20 de julio Colombia conmemora el grito de independencia de 1810 que inició el proceso de liberación del yugo español y la posterior creación de una república soberana. Desde la infancia conocemos los relatos históricos y épicos de la gesta independentista, siempre protagonizados por figuras masculinas: Simón Bolívar, Antonio Nariño, Francisco de Paula Santander, José María Córdoba, Antonio Ricaurte, Francisco José de Caldas, José Prudencio Padilla…

Pero la historia oficial conserva hasta nuestros días un fuerte tinte de machismo. Hace un año varios de nuestros lectores nos llamaron la atención por omitir en el relato de la independencia a las mujeres que lucharon hombro a hombro junto a los próceres. Sus nombres quedaron olvidados en los anaqueles del pasado y hoy queremos recordarlas.

Manuela Beltrán es una de las más conocidas luchadoras por la independencia. Varias versiones históricas la ubican como una de las dirigentes de la revuelta comunera de 1781 en El Socorro (hoy departamento de Santander), una insurrección popular en el nororiente de la Nueva Granada que desafió al régimen colonial español tres décadas antes del grito de independencia.

Aunque recientemente se ha cuestionado su figura por vacíos históricos y falta de información sobre su vida, hay consenso entre historiadores sobre la existencia de Manuela Beltrán y su participación en los hechos, pues se la considera la primera heroína de la lucha independentista.

Un papel destacado en la lucha de los ejércitos patriotas lo jugaron “Las Juanas”, el remoquete con que se conoció a las mujeres que acompañaron a las tropas cumpliendo roles fundamentales dentro de la guerra pero cuya importancia ha sido minimizada. Sirvieron como estafetas, espías, enfermeras y también combatieron al lado de los hombres, que por lo general eran sus propios parientes como esposos, hermanos o padres. 

El historiador Alfredo Cardona Tobón recuerda a cuatro de ellas llamadas “las heroínas del Altiplano”:

“En  1817 los españoles descubrieron una red de espionaje en Garagoa, Boyacá. Capturaron a Justina Estepa y la fusilaron  el 16 de enero en la plaza de la población. El 9 de noviembre de ese año ejecutaron  en esa misma aldea a Ignacia Medina, acusada de proveer víveres y medicinas a los rebeldes; el 3 de diciembre sacrificaron a María de los Ángeles Ávila y a Salomé Buitrago; dos días después, a Genoveva Sarmiento y el seis, a Inés Osuna”.

“En Sogamoso vivía Teresa Izquierdo. Era una costurera que elaboraba ropa para las guerrillas y servía de contacto entre los alzados en armas del Socorro y Casanare”, apunta el historiador Cardona Tobón: “los realistas la descubrieron al igual que a Estefanía Neira de Eslava. Ejecutaron a Teresa el 24 de julio de 1818 y a Estefanía el 18 de enero de 1819. Poco después descubrieron las labores de espionaje de Juana Ramírez y la llevaron al paredón el 10 de mayo de ese año”.

El hecho de que estas y cientos de mujeres más hayan sido desconocidas en los relatos históricos no es casual, pues según María Himelda Ramírez, investigadora de la Universidad Nacional, la narrativa histórica privilegió mito de las heroínas como Antonia Santos o Policarpa Salavarrieta pero ocultó a la mayoría de mujeres que cumplieron un rol clave en la lucha independentista.

“La historiografía tradicional sobre la Independencia desde el siglo XIX, transita entre la invisibilidad de las mujeres que participaron en los diferentes eventos políticos de aquellos tiempos”, asegura Ramírez: “la mitificación de las heroínas, pasando por su lento rescate del anonimato a las patriotas y conspiradoras de las provincias”.

La historiadora Ángela Granados, autora del libro «Heroínas de la historia: las próceres olvidadas» contó a Baudó AP que cerca de diez mil mujeres participaron activamente en el proceso independentista pero sus nombres quedaron en el olvido porque la historia ha sido escrita por los hombres. Granados insiste en que la vinculación a esa lucha permitió a las mujeres obtener derechos y un reconocimiento político que luego les sería negado.

La historiadora Ángela Granados, autora del libro «Heroínas de la historia: las próceres olvidadas» contó a Baudó AP que cerca de diez mil mujeres participaron activamente en el proceso independentista pero sus nombres quedaron en el olvido porque la historia ha sido escrita por los hombres. Granados insiste en que la vinculación a esa lucha permitió a las mujeres obtener derechos y un reconocimiento político que luego les sería negado.

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