M
E
N
Ú 

C

P
I
T
U
L
O

UN PANTANAL

QUE SE

SECA

MATO GROSSO
MATO GROSSO DO SUL

BRASIL

Localizado en la Cuenca del Alto Río Paraguay, en el centro de Sudamérica, el Pantanal es el humedal tropical más extenso del planeta. Ocupa una área de más de 179,000 km2 entre Brasil, Bolivia y Paraguay.
El Pantanal alberga una de las concentraciones más altas de biodiversidad de flora y fauna en todo el continente. En los últimos años, sequías severas e incendios forestales devastadores vienen arrasando la región, poniendo en riesgo la vida que el humedal sostiene.
«Lo que yo vi, porque nací y crecí aquí, todo lo que había aquí, van a haber niños que no saben lo que es un pez porque no hay más peces, no hay. Aquí había agua y mucha agua, ahora ya no más. El año pasado hubo un poco de agua pero ahora se ve lo seco que está todo, mucho más seco. No se ve más a nadie en el río, ni a los peces, no hay ni donde pescar, el río se acaba.» – Benedito Alves da Silva – Pescador de Barão de Melgaço, Mato Grosso –
Toda la vida silvestre y humana pantanera depende del “pulso de inundaciones” estacionales en el humedal, de la crecida del agua que llega del altiplano al plano con la lluvia y los ríos que desbordan y escurren, bañando lagunas, esteros, sabanas y bosques para renovar la vida después de la temporada seca en el Pantanal.
¿Qué pasa cuando este pulso se interrumpe y el agua no llega?: “Un Pantanal sin agua es un Pantanal sin vida”
Brasil resguarda el 12% de las reservas de agua dulce del planeta Tierra y 53% de los recursos hídricos de América del Sur. De 1991 a 2020, Brasil perdió más de 15% de su superficie total de agua, según una investigación realizada por MapBiomas.
De todos los biomas en el país, esta reducción ha sido más expresiva en el Pantanal, donde desde 1991 hubo una reducción de 71% de su superficie de agua en la temporada de inundaciones.
“Cuando llegaba la inundación, en los locales donde los peces antes iban para reproducirse ya no hay agua, se secó todo. Los lagos a donde iban los peces para reproducirse están secos y hoy en día donde antes había agua hay arena nomás. Afecta a los peces y a nosotros, porque nosotros necesitamos a los peces. Sin inundación, no hay peces.” -Theylon Xávier da Silva – Pescador y guía de ecoturismo de Porto Jôfre, Mato Grosso-
En 1988, en la primera temporada de inundaciones registrada en la serie histórica para el Pantanal, de acuerdo con el estudio de MapBiomas, la extensión media de la superficie de agua fue de 2,064,344 hectáreas. En 2021, la extensión mínima llegó a ser 312,642 hectáreas.
El Pantanal viene sufriendo las consecuencias de una de las peores sequías en cincuenta años, dejando la región extremadamente vulnerable a incendios. Regiones del Pantanal que nunca antes habían secado, se han quedado sin agua.

Aunque el Pantanal es un bioma resiliente, el aumento de la intensidad y duración de las sequías y de los incendios debido a los impactos de diversas acciones humanas en la región, como la deforestación, expansión de agricultura, ganadería y represamiento de los ríos, agravados por los cambios climáticos, han llevado el humedal a su límite. Habitantes y científicos temen el colapso del humedal.  

El Pantanal fue el bioma que más quemó en Brasil en los últimos 36 años. En ese periodo, 57% del territorio (equivalente a 86,403 km2) se quemó por lo menos una vez, según el mismo estudio de MapBiomas.

En 2019, en plena crisis de sequía, los incendios quemaron 16,000 km2 del Pantanal. En 2020, la escala fue aún más catastrófica, quemando 39,000 km2. Esto representa un tercio de todo el bioma, y es un área equivalente al tamaño de Suiza.

Ante la situación de desespero, bomberos y grupos locales de habitantes y voluntarios del Pantanal del Norte (Mato Grosso) y Pantanal Sur (Mato Grosso do Sul) se organizaron ante la emergencia para combatir los incendios, rescatar animales y proteger sus territorios y a las reservas naturales de las cuales también dependen para su supervivencia.

“La vida del pantanero cambió completamente. Es muy difícil cosechar cualquier planta o fruta porque ya no llega la lluvia como antes. Esta sequía ha cambiado todo, los ciclos ya no son los mismos. Para cosechar una cebolla o un tomate hay que mojar mucho la planta, porque no hay lluvia. Cambió demasiado el estilo de vida del pantanero. Es terrible como sufre el ganado, sufren todos los animales y sufrimos nosotros también. Acá todavía estamos bien, pero allá hacia el Paiaguás ya no hay más agua para tomar. Campo y bosque verde así como se ve aquí allá ya no se encuentra, está todo demasiado seco.» -Aleixo Marques da Silva – Vaquero de Corumbá, Mato Grosso do Sul-
Los impactos ecológicos de los incendios de los últimos años en el Pantanal son incalculables. Se estima que cerca de 17 millones de animales pudieron haber muerto en los incendios de 2020, según una investigación científica publicada en Nature.
Desde los incendios que devastaron el humedal hace dos años, diversos grupos se han movilizado para formar y capacitar cuerpos de bomberos locales en comunidades ribereñas, rurales e indígenas de la región, como también para monitorear reservas y hacer lo posible para evitar que ocurra una nueva catástrofe en el Pantanal.
Producto de los incendios, casi la mitad de las tierras indígenas del Pantanal se quemaron en 2020, y los indígenas tuvieron que abandonar sus casas y refugiarse en otros municipios, según Agência Pública de Brasil.

Estos impactos también afectan negativamente la salud de las personas que viven en la región y sus alrededores, la producción de alimentos, su seguridad alimentaria y el acceso al agua.

“Si nosotros que somos pantaneros no nos organizamos para proteger nuestros bosques todo se acaba. Es demasiado trabajo intentar de apagar los incendios día y noche, día y noche. Nos entristece hablar de esto por todo lo que pasamos el año pasado con los incendios, no fue nada fácil. Muchos animales murieron, perdimos mucho, pero vamos recuperándonos. Hace dos o tres meses subíamos el río y casi no veíamos jaguares. Ahora a veces si vemos tres o cuatro y eso nos llena de alegría porque sabemos que los animales están volviendo. Es una señal de que todo nuestro esfuerzo para intentar controlar los incendios y proteger su hábitat valió la pena porque sí están volviendo de nuevo.» -Theylon Xávier da Silva – Pescador y guía de ecoturismo de Porto Jôfre, Mato Grosso-

Las principales amenazas que el Pantanal enfrenta son las quemas incontroladas, la deforestación, la expansión de la agricultura cerca de los ríos, el uso de pesticidas y la multiplicación de proyectos como hidroeléctricas e hidrovías, según el World Wildlife Fund (WWF). 

La sequía del Pantanal se ha relacionado con el aumento de la deforestación en la Amazonía, ya que parte de la humedad del bioma proviene de los ríos voladores, flujos aéreos de agua en forma de vapor que proceden del océano Atlántico tropical y son alimentados por la humedad de la Amazonía, lo que contribuye a las precipitaciones y humedad del Pantanal. 

María Magdalena es recipiente del Fondo de Emergencia para Periodistas de National Geographic Society y del IWMF Howard G. Buffet Fund for Women Journalists, organización que también ha apoyado su trabajo de largo aliento en El Pantanal. 

Este proyecto también ha recibido el apoyo de: IWMF Howard G Buffet Fund for Women Journalists.

María Magdalena Arréllaga

María Magdalena Arréllaga Fotógrafa documental y fotoperiodista independiente radicada entre Río de Janeiro (Brasil) y Asunción (Paraguay). Su trabajo se enfoca en cuestiones socioambientales, sociopolíticas, territoriales y de género en Latinoamérica. Lleva cinco años trabajando como fotógrafa y fotoperiodista independiente en Brasil, y tres años acompañando y documentando historias en El Pantanal. Realizó una Maestría en Políticas Públicas y Medio Ambiente en la Universidad Federal de Río de Janeiro. Ha actuado en el área ambiental trabajando con diferentes organizaciones internacionales como la Unión Para la Conservación de la Naturaleza. Es integrante de Women Photograph, Diversify Photo y Agência Farpa (Brasil) y ha colaborado con medios como The New York Times, The Wall Street Journal, The Washington Post y Bloomberg, entre otros.